sábado, 15 de marzo de 2008

Pórtico de una Semana santa - 16 de marzo 2007

Queridos amigos y amigas, hoy quisiera presentaros un pequeño pórtico de esa semana que llamamos santa, pero que somos nosotros quienes tenemnos que santificarla.
Os invito cordialmente a la contemplación de los misterios de la entrega, la muerte y la resurrección de Jesús. El es quien da sentido a nuestras vidas. Y en ellas se va reproduciendo, como en la marcha misma de la sociedad, el mismo esquema de lucha, muerte y resurrección.
Os invito a rezar desde el silencio y la soledad, desde el interior de nosotros mismos, dejando aflorar lo mejor de cada uno.
Os invito a cultivar muy especialmente el espíritu, con una espiritualidad de plena confianza en Dios; una espiritualitat de fidelidad, y no necesariamente de triunfo; una espiritualidad de responsabilidad sin culpabilidades; espiritualidad de esperanza y no de nostalgias; espritualidad de la paciencia activa, y no de las prisas; espiritualidad de las cosas pequeñas multiplicadas; espiritualidad de la sintonía, y no de la distancia; y espiritualidad de la misericordia, y no de la condena.
Trabajad el espíritu. Difícilmente podremos asentar una opción religiosa comprometida sobre la base de una espiritualidad anèmica o dormida.
Amigos y amigas, éste es el deseo que os quería transmitir. Y de esa manera, seguro que llegaremos a la alegría de una Pascua que marcará una huella indeleble en nosotros. La necesitamos.
Un profundo abrazo, Manel Simó