viernes, 23 de febrero de 2007

He llegado la Cuaresma

Queridos amigos y amigas, un año más comenzamos la Cuaresma, es decir, este tiempo litúrgico de 40 días hasta llegar a la Pascua. Un tiempo de gracia y de cambios interiores y personales, un tiempo de mirar hacia adentro. Tiempo de dejarnos seducir por Dios en el desierto, tiempo de buscar la verdadera felicidad y de volver a las fidelidades prometidas. Momento propicio para confrontar nuestros caminos y proyectos con los caminos y los proyectos de Dios sobre nosotros y sobre el mundo. Momento propicio para parar los ruidos y silenciar los gritos, para escuchar la voz de Dios, que es la voz que solamente se escucha en el silencio.

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

Ya es tradición que el evangelio del primer domingo de Cuaresma nos presente el texto de las llamadas tentaciones de Jesús, cada año en la versión del evangelista que toca. Este año, segun san Lucas.
Este texto, más breve en Marcos, y más largo en Mateo y Lucas, presenta en estos dos últimos algunas diferencias, pero lo que les es común es que se trata de una pàgina de catequesis, con una intención muy definida: en primer lugar, establecer un paralelismo entre las tentaciones que sufrió el pueblo de Israel en su paso por el desierto, y que le hicieron ser infiel, y las tentaciones que padece Jesús, también en el desierto, y de las cuales, con citas del libro del Deuteronomio (que era la misma ley que regía para el pueblo de Israel) sale vencedor. Por otra parte, la catequesis muestra otra intención muy clara: las mismas tentaciones que supera Jesús son las que tendrá que superar el nuevo Israel, el nuevo pueblo de Dios, o sea, nosotros, tanto personal como comunitariamente (la Iglesia).
¿Y cuales son estas tentaciones?
Básicamente es una sola - cómo utilizar el poder- con tres perspectivas:
1) utilizar el poder en beneficio propio personal e individualista
2)utilizar el poder político y econòmico para la propia satisfacción
3) utilizar el poder para conseguir fama y reconocimiento de los demás.
¿Y no son también estas tentaciones las que afectan la voda personal y comunitaria de las personas? ¿No es el poder mal utilizado el que estropea las relaciones humanas, la vida política y la vida de la misma Iglesia? ¿No son los poderes individualistas e insolidarios la causa de tantas corrupciones y deslealtades?
Jesus se muestra como un gran pedagogo porque apunta al punto decivio que orienta y define la identidad de las personas: cómo utilizan su poder.

Amigos y amigas, un abrazo muy cordial, y buen trabajo en Cuaresma. Manel