sábado, 7 de abril de 2007

7 de abril 2007 Resucitó!

Queridos amigos y amigas, una vez más podemos intercambiarnos una gran noticia: Cristo ha resucitado!.
La resurrección de Jesús, objeto de nuestra fe, no es la adhesión a un mito, ni consistió en la reanimación de un cadáver, o en una reencarnación. La resurrección de Jesús es algo que está más allá de lo físico. Es una verdad de fe transmitda y vivida por los apóstoles. Ellos, que lo habían abandonado, vivieron una experiencia nueva y muy fuerte: la causa de Jesús, su proyecto de vida, su utopía, no quedaban muertos con su muerte, sino que Dios le había resucitado y le colocaba para siempre a su vera. La causa de Jesús quedaba definitivamente a la altura de Dios.
Por lo tanto, creer en la resurrección de Jesús es creer que su Palabra, su proyecto y su causa (el Reino) no han de quedar muertos, sino que continúan dando sentido a nuestra vida de creyentes, porque són la Palabra, el proyecto y la causa de Dios.
Si redujéramos la resurrección de Jesús a un símbolo de vida más allá de esta vida, o a la victoria de la vida sobre la muerte, vaciaríamos de sentido el gran misterio.

Queridos amigos y amigas, estos días nos felicitamos la Pascua (que es lo mismo que decir el paso del Señor), y esto quiere decir, en profundidad, que nos reafirmamos en nuestro deseo de la presencia y el paso de Dios por nuestra vida cotidiana, en este mundo concreto en que nos toca vivir.
El Señor está vivo y presente en el compromiso de los que luchan por la verdad; está vivo y presente en los que buscan la libertad; y está vivo y presente en todos los hombres y mujeres que trabajan por la solidaridad.
Vivir la Pascua es renovación, alegría y liberación.
¿Qué nos aportará de nuevo esta Pascua? ¿De qué alegría gozaremos y compartiremos con los demás? ¿De qué nos veremos liberados?.
Os deseo de todo corazón a vosotros, y a todos los vuestros, una gozosa y feliz Pascua 2007.
Manel